Encantadora villa gallega con gran piscina y mucho espacio exterior

En el interior, la casa es acogedora y elegante, con la sala de estar y una de las habitaciones principales contando con grandes ventanales que enmarcan vistas de los hermosos jardines. Nos impresionó especialmente la luz natural que inunda estos espacios, ofreciendo una conexión constante con el vibrante verdor exterior.

En verano, los huéspedes pueden aprovechar la sombra natural que proporcionan los viñedos circundantes, creando un ambiente encantador para disfrutar de comidas al aire libre. Esta terraza sombreada fue descrita como un lugar favorito para que las familias se reúnan y disfruten del agradable clima atlántico durante los meses más templados.

La ubicación también ofrece una excelente accesibilidad. Un corto trayecto en coche te llevará a los pueblos costeros y sitios históricos que hacen que esta región sea tan especial. Si prefieres quedarte cerca de la casa, la aldea local ofrece una experiencia gallega auténtica, con un bar tradicional y un pintoresco paseo por el río a solo 1 km de la casa.

Galicia es famosa por sus delicias culinarias, y esta propiedad está situada en una zona conocida por sus Furanchos. Estos son bares rústicos y estacionales donde las familias locales abren sus casas para vender vino casero y servir platos tradicionales como empanadas y chorizo. Originalmente una forma de vender el vino excedente, los Furanchos ahora ofrecen un ambiente cálido e informal donde los visitantes pueden disfrutar de la auténtica hospitalidad gallega.

Para los amantes del marisco, los pueblos pesqueros cercanos son una visita obligada, ofreciendo algunos de los mariscos más frescos del mundo. Ya sea deleitándose con la gastronomía local o explorando las hermosas costas, esta propiedad sirve como base ideal para tu aventura en Galicia.