Maravillosa masía rodeada de naturaleza y muy bien equipada

La finca tiene francamente todo lo que puedes esperar para divertirte en grupo, comer todos juntos, jugar al padel o echar un partido de fútbol.

Aunque los guardeses no viven en la finca, mantienen la extensa propiedad en buen estado, también cuidan de un huerto ecológico y de un corral en el que el día de nuestra visita tenía 2 cabras enanas, así como algunas pavas y faisanes. Todo se mantiene con la intención de conservar, al menos de manera simbólica, el origen de esta histórica finca que en su día tenía rendimiento agrícola y ganadero. Cuando están disponibles y como gentileza a los clientes a su llegada se les proporciona huevos y productos del terreno.

Una vez en el interior la casa cuenta con 300 m2, divididos principalmente en tres plantas.

En la casa se han mantenido elementos originales y algunas antigüedades interesantes con la finalidad de que la casa no perdiese su esencia original. Hay una combinación de modernidad y tradición, muy habitual en las masías catalanas.

Aunque solo encontraremos una habitación con baño en suite, contaremos además con otros 5 baños compartidos.

Otro de nuestros espacios favoritos en el interior fue el salón principal en la primera planta con amplias ventanas a lo largo de todo el espacio. Este salón es un espacio reconfortante con vistas que te recuerdan en el entorno tan especial en el que te encuentras.

En nuestra visita a este alojamiento nos complació oír todos los diferentes planes que tenían los propietarios para hacer en esta finca y hacerla verdaderamente un paraíso vacacional. En 2022 había en marcha una nueva sala de juegos para el disfrute de todo el grupo.

¡Qué de entretenimiento para todos y qué de naturaleza!